miércoles, 25 de julio de 2012

Nuestro hogar invisible

Tu alma es el paraiso prometido que quiero habitar, construir ahí contigo, en ti, un hogar de cimientos inquebrantables basados en el respeto, la honestidad, la pasión y el amor más puro que pueda existir. Cuidar de ti a la vez que te disfruto, deshacerme en el fuego de tu carne viva, rosada y suave como un tulipán. Morder tus miedos y arrancarlos a dentelladas. Lavar los trapos del pasado y ponerlos a secar con la suave brisa del presente y rezar porque el suave aroma de tu mirada deje su huella en ellos. Vivir a tu lado sin robar tu espacio y que sientas que te acompaño compañera, nada de raptos. Hacerte entender la sinceridad de mis latidos y la necesidad sin desesperación de tus caricias, aquí, ahí, en nuestro hogar invisible.