domingo, 1 de diciembre de 2013

"LA VIDA DE ADÉLE" "BLUE IS THE WARMEST COLOR" O CÓMO HACER UNA PELÍCULA MAGISTRAL, EN ESTOS TIEMPOS DE SEQUÍA ARTÍSTICA Y EMOCIONAL.


Compro la entrada.

 De antemano ya sabía que iría al cine a ver esta película, por algo habrá ganado el festival de Cannes y lo que más me empuja es la crítica unánime de obra maestra.

 Tomo asiento.
 Me gustan las butacas centradas, me gusta mirar de frente en un perfecto ángula de 90 grados.

 Comienza el metraje, pero lo hace sin publicidad previa, lo hace así, sin más, un día cualquiera. Adèle sale de casa, y comienza la hipnosis....

Acaba la película y me siento desgarrada. Tres horas que han volado y en ese reducido espacio de tiempo, la maravillosa Adèle Exarchopoulos ( acompañada por una fenomenal Lea Seydoux y bajo la batuta del inigualable genio Adellatif kechiche) nos ha conquistado, nos ha convencido de su dolor. Ha logrado que queramos estar las horas que hagan falta en nuestras butacas para ver su final feliz. Sufrimos con ella, pues ya la conocemos, ha crecido ante nosotros, la hemos acompañado y hemos sido testigos íntimos de su historia. La queremos.



 Nunca, y cuando digo nunca lo hago con conocimiento de causa, había experimentado algo así ante un film. Incluso cuando pensé que nunca me sorprendería tanto una película como "Magnolia", con una Julianne Moore tremenda en su papel.

Abdel sabe lo que hace, sin música, muy cerca, cerquísima, primeros planos contínuos, pues debemos entrar dentro de su vida y mágicamente... así sucede.
 Los que estamos en las butacas pasamos de ser simples espectadores, a ser testigos de la vida de Adéle. Ella, come, se coloca el pelo y enorme, nos mira, nos muestra, nos atrapa para siempre.

 Cuando Adéle actúa, sientes que todos los anteriores papeles que has visto interpretar, eran mentira. Se apodera de él como de nosotros, sólo una mirada y no necesita hablar.

 Tenemos ante nosotros una película dolorosamente bella, maravillosa, cautivadora, inadjetivable...
 La historia de una vida, de un amor, del paso de la adolescencia a la madurez, de los errores y sus consecuencias.
 Hay quien dirá: y de sexo! Pues si, y de sexo muy bien representado. Nunca entenderé a las personas que han puesto el grito en el cielo por una escena de apenas 7 minutos en una película de 3 horas. Entiendo que por una parte son celos y por otra, desgana.

En fin y sin querer alargar lo que no es necesario, os recomiendo que la veais, que vayais desnudos de prejuicios y que seais capaces de disfrutar y saborear esta gran historia.