domingo, 28 de agosto de 2011

Réquiem por un corazón moribundo

Casi no se oye tu palpitar, enfermo, moribundo,arrítmico corazón, no hay consuelo para ti en las palabras que te rodean pues no puedes aprender de un error que no has cometido. Late, late un dïa más y no permitiré que vuelvan a destruirte.
Amaste como nunca... Y qué? No lo es todo en la vida, no perdiste, te perdió y ese, es el peor de sus castigos.
Vuelve a mi pecho, vuelve a casa y deja de temblar, permite que te cuide, que cosa tus desgarros y corte la hemorragia que lentamente hace que te esté perdiendo.
Hay tanto dolor, que pronto dejarás de sentir emoción alguna. No tengas miedo, deja ya de sufrir...
Regresa a mi y se mío para siempre.

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